La historia del buen leñador es una historia que en todos los libros de texto en Corea se puede encontrar, es una historia muy corta y simple.
Un pobre leñador accidentalmente dejó caer su hacha en un gran estanque, angustiado y triste, el leñador se puso a llorar; ya que, aunque simple y oxidada era un hacha que había tenido toda su vida y por esto la estimaba en gran manera.
Al ver esto el dios de la montaña se compadeció y se apareció delante de él con un hacha de oro puro en las manos, el dios le preguntó:
-¿Por qué lloras? ¿no es acaso esta tu hacha?
- No señor esta no es mi hacha - contestó el leñador al ver el hacha de oro.
El dios se fue por un momento y al regresar traía un hacha de plata en las manos; volvió a preguntarle al leñador y la respuesta fue la misma.
Al anciano lo conmovió la honestidad de aquel hombre y le obsequió las tres hachas.
La historia de aquel hombre se expandió por toda su aldea y llegó a oídos de un leñador codicioso.
El leñador codicioso se encaminó sin lugar a dudas hacia aquella montaña y deliberadamente dejó caer su hacha al estanque. El dios se apareció delante de aquel hombre con el hacha de hierro en las manos y le preguntó si el hacha era de él, el hombre que deseaba las hachas de oro y plata dijo que no. Él dios se fue con el hacha de hierro en sus manos y así el leñador codicioso se quedó sin ningún hacha.
Redactor: Joxdra
Este hermoso cuento me lo contaba mi abuelito.... :)
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