El hombre siempre ha tenido la inquietud de explicar su entorno y de ser posible, incluso controlar su destino. Hay estudios que demuestran que diferentes sociedades, tienen diferente nivel de tolerancia a la incertidumbre, lo que se traduce en más reglas y nivel social y más necesidad de controlar el destino en el nivel personal.
Por dar un ejemplo, se puede decir que la sociedad mexicana es más tolerante a la incertidumbre cuando se compara con la sociedad coreana; la necesidad de controlar lo que pasa y el porvenir han hecho que en Corea, por ejemplo,abunden entre la población los famosos adivinos o chamanes, a quienes las personas acuden casi ya como una tradición para que les lean el destino, ya sea con los datos de la fecha de nacimiento de acuerdo al calendario chino, las cartas o algo muy común que no existe entre las sociedades latinas: el análisis e interpretación de los rasgos faciales.
Así, al ir caminando por la calle, al lado de un puesto ambulante de comida, se puede encontrar también a los adivinos en una pequeña carpa con sólo una mesa, dos o tres sillas y eso sí, una computadora portátil que no puede faltar. Obviamente, también se les puede encontrar en establecimientos particulares o en los centros comerciales donde prestan el servicio de interpretación de los rastros faciales, las cartas y los ya mencionados para por supuesto, hacer sugerencias para mejorar el futuro de acuerdo a los datos obtenidos.
Lo interesante del análisis de los rasgos faciales es que los consejos del chamán pueden incluso incluir la cirugía plástica. En Corea, hay personas que modifican desde nariz, ojos, frente, pómulos, labios, etc. de acuerdo a la sugerencia dada –que no siempre es la mejor para fines de belleza-, pues cada parte del rostro tiene una característica particular que puede influir en la vida diaria, laboral y el futuro; por supuesto, depende de quién cree en ello, pero sin duda es algo muy común dentro de la sociedad.
Fuente: Kbs