Un tema que genera muchas sonrisas nerviosas a los extranjeros y en particular a los latinos, es el de los saunas y baños públicos en Corea. En muchos países de Latinoamérica los saunas no son tan diferentes a los coreanos en cuanto a los servicios que ofrecen; dependiendo de que tan caro sea, es básicamente una habitación cerrada con una temperatura agradable y un aroma de eucalipto relajante.
Sin embargo, en Corea muchos saunas también tienen ambientes para distintos tamaños de grupos, donde se puede entrar a nadar, con temperatura controlada, donde se puede encontrar desde agua muy caliente o helada, dependiendo de los propósitos y gustos de cada persona.
En cuanto a lo que provoca la sonrisa nerviosa, les comentamos que se trata del tema de la desnudez, que en los saunas coreanos, es total, mientras que en muchos países latinos no estamos acostumbrados al nudismo publico, pues incluso en los saunas, es difícil ver que alguien este totalmente desnudo, de ahí que para muchos extranjeros recién llegados a Corea, les puede resultar en shock cultural el ver en los saunas personas de todas las edades completamente sin ropa y que no se muestran nerviosas.
La experiencia del sauna es para los coreanos es un evento normal al que incluso, se asiste con cierta regularidad al considerarse parte de una rutina de limpieza y por supuesto, desintoxicación del cuerpo; es común recibir invitaciones de los amigos para asistir, sin embargo, muchos extranjeros prefieren llegar solamente hasta los cuartos de vapor –previos al sauna- en donde al entrar, se entrega a cada persona un conjunto de pantaloncillos cortos y playera para que se pongan cómodos en ropa holgada y luego, se entra a una sala común en donde la gente puede platicar, leer un libro o incluso, dormir un rato en una colchoneta.
En el caso de los vestidores y las duchas de las piscinas coreanas por ejemplo, es también común que no se encuentren divisiones –como sucede en Latinoamérica- por lo que la privacidad puede convertirse en algo inexistente que también sorprende, pero hay que entender, que parte fundamental de la cultura coreana es compartir momentos que para algunos extranjeros, pueden considerarse totalmente íntimos.
Como punto final hay que decir que a pesar de la sorpresa que puedan causar, los saunas en Corea son una grata experiencia. Muchas familias van juntas y pasan el día ahí conversando, jugando con los niños, relajándose como un lugar más de diversión; así, aunque cueste un poco, los visitantes debemos también dejar a un lado algunos prejuicios y prepararnos para asistir aunque sea una vez a uno de los tantos saunas que hay a lo largo y ancho del país.
Fuente: Kbs
Sin embargo, en Corea muchos saunas también tienen ambientes para distintos tamaños de grupos, donde se puede entrar a nadar, con temperatura controlada, donde se puede encontrar desde agua muy caliente o helada, dependiendo de los propósitos y gustos de cada persona.
En cuanto a lo que provoca la sonrisa nerviosa, les comentamos que se trata del tema de la desnudez, que en los saunas coreanos, es total, mientras que en muchos países latinos no estamos acostumbrados al nudismo publico, pues incluso en los saunas, es difícil ver que alguien este totalmente desnudo, de ahí que para muchos extranjeros recién llegados a Corea, les puede resultar en shock cultural el ver en los saunas personas de todas las edades completamente sin ropa y que no se muestran nerviosas.
La experiencia del sauna es para los coreanos es un evento normal al que incluso, se asiste con cierta regularidad al considerarse parte de una rutina de limpieza y por supuesto, desintoxicación del cuerpo; es común recibir invitaciones de los amigos para asistir, sin embargo, muchos extranjeros prefieren llegar solamente hasta los cuartos de vapor –previos al sauna- en donde al entrar, se entrega a cada persona un conjunto de pantaloncillos cortos y playera para que se pongan cómodos en ropa holgada y luego, se entra a una sala común en donde la gente puede platicar, leer un libro o incluso, dormir un rato en una colchoneta.
En el caso de los vestidores y las duchas de las piscinas coreanas por ejemplo, es también común que no se encuentren divisiones –como sucede en Latinoamérica- por lo que la privacidad puede convertirse en algo inexistente que también sorprende, pero hay que entender, que parte fundamental de la cultura coreana es compartir momentos que para algunos extranjeros, pueden considerarse totalmente íntimos.
Como punto final hay que decir que a pesar de la sorpresa que puedan causar, los saunas en Corea son una grata experiencia. Muchas familias van juntas y pasan el día ahí conversando, jugando con los niños, relajándose como un lugar más de diversión; así, aunque cueste un poco, los visitantes debemos también dejar a un lado algunos prejuicios y prepararnos para asistir aunque sea una vez a uno de los tantos saunas que hay a lo largo y ancho del país.
Fuente: Kbs
