Un poco sobre la vida universitaria Coreana

La primavera coreana es una de las mejores épocas para salir de paseo, sin embargo, justo en los mejores días en que los árboles florecen, hay un grupo de personas que ni siquiera en fin de semana pueden disfrutar de la época: los estudiantes universitarios.

En Corea, el primer semestre del año es conocido como “semestre de primavera” pues inicia la primera semana de marzo, mientras que el segundo semestre o “semestre de otoño” inicia en septiembre. Cada curso incluye un examen de medio término y un examen final basados en el sistema de calificación estadounidense de la A+ a la F; así, debido al nivel de competitividad académica y la importancia de las buenas notas incluso al momento de conseguir empleo, en época de exámenes, los estudiantes pasan largas horas del día –y a veces de la noche- estudiando en la casa, las universidades, las bibliotecas o sus lugares de estudio individual por varios días.

Es importante destacar que al observar la población de estudiantes de postgrado en el país, la mayoría son jóvenes de entre 22 y 24 años de edad, algo que para el estándar latinoamericano podía parecer muy precoz, pero por lo general, es justo después de terminar la carrera universitaria cuando inmediatamente los estudiantes se inscriben a la escuela de postgrado a tiempo completo para continuar la especialización en el campo que les resulte interesante, muchas veces, sin necesidad de obtener experiencia laboral previamente como es común en los países hispanohablantes; incluso, algunas compañías ofrecen a sus empleados la posibilidad de realizar una maestría a tiempo completo – por el periodo que ésta dure- a cambio de asegurar su contrato laboral por los siguientes años.

Las universidades cuentan con un sinfín de áreas para hacer más fácil y accesible la vida estudiantil de los alumnos, por ejemplo: Al inicio de cada semestre, se otorga a cada estudiante un lugar único para estudiar en donde los estudiantes llevan de todo: desde su lámpara de escritorio hasta un cojín para el respaldo del asiento, varios libros de consulta, artículos de aseo personal y por supuesto, el material de las clases, por lo que cada lugar es personalizado al gusto individual convirtiéndose casi en un segundo hogar.

Fuente: Kbs